miércoles, 13 de mayo de 2009

Reflexiones sobre el artículo "La ventaja de ser mujer"

Tere Álvarez Carro, que no pudo asistir a la sesión de nuestro seminario del día 21 de abril, en el que comentamos este artículo, nos hace llegar sus reflexiones por correo electrónico. Reflexiones que queremos compartir por ser la opinión de una participante activa de este seminario.

"Estoy de acuerdo con lo que expone de su postura personal, pero disiento desde que da el giro al argumento. No creo que la situación que provoca la postura de la cuota a los hombres sea para nada injusta puesto que hasta este momento la cuota ha sido superinjusta para las mujeres: ellos la tenían en el 100%, y ahora sería injusto todo aquello que no fuera proporcional, 50 %. Además por lo que veo, leo y me informo no se trata de poner a cualquier mujer en un puesto de relevancia, si no de elegir a alguna de las muchísimas mujeres capaces de desempeñar esos puestos, tenerlas en cuenta y elegir a las mejores; no buscar sólo entre una lista de posibles candidatos, también entre las candidatas, creo que esta mujer tiene muchos prejuicios y no se da cuenta de la cantidad de hombres ineptos que ha habido, hay y habrá desempeñando cargos importantes, mientras que a las mujeres se nos exige mucho más y se nos perdona mucho menos. De todos modos soy optimista al respecto y creo que dentro de un tiempo, espero que corto, no sea necesario tener en cuenta las cuotas para que las mujeres estemos ahí y se llegue a ello de forma natural, pudiendo ser más o menos hombres o mujeres las que desempeñen ciertos cargos sin tener en cuenta el sexo, si no su valía. Pero eso solo ocurrirá cuando la mujer no tenga que demostrar que es el doble de válida que el resto de los hombres candidatos, como ocurre ahora.
Respecto a las preguntas que hace en la tercera columna, perdonadme mi incredulidad, pero me gustaría saber los casos concretos en que se ha dado, porque no me creo que haya sido así, debo vivir en otra galaxia que esta mujer.
Quiero, como dice ella, igualdad de trato y de oportunidades sin aplastar a nadie, pero mientras se nos siga aplastando hay que tener una formula para poder acceder, para que sea obligatorio tenernos en cuenta, de manera que se visibilice a las mujeres y se dé una oportunidad para que las próximas puedan tener ejemplos y sirvan de aliciente para seguir luchando por esa igualdad, pero estando ahí. Y parece que esta formula de la cuota no es la peor, sino siempre estarán planteados los baremos desde el punto de vista del varón de forma que no tengamos méritos suficientes para poder acceder a los puestos que ellos ofrecen y así tenga que ser como ella dice, por ser mujer (ni con esas me lo creo).
En cuanto a lo que comenta de las leyes, pienso que no son lo único que ayuda al cambio, y a la pruebas me remito: somos uno de los países con las leyes más avanzadas en este tema y sin embargo eso no hace que desde el día que se aprobaron dichas leyes llegara la igualdad efectiva, se dejara de maltrata y matar a mujeres… Las leyes son imprescindibles pero no garantizan el éxito, debe ser la sociedad quien cambie, y eso hay que hacerlo poco a poco y estando las mujeres participando de las leyes, de la sociedad en los máximos puestos de relevancia que es donde se corta el bacalao.
Sobre el día del hombre trabajador, no se necesita, tienen bien reconocida esta labor, casi la única y principal, trabajar y sacar adelante a su familia con su salario…, pero sí se podía solicitar el día del hombre amo de casa, el día del hombre cariñoso, el día del hombre cuidador de su familia o trabajador en geriátricos, escuelas infantiles,… que son también una minoría y a penas se les reconoce su tarea.
Ya me gustaría que no fuera necesario celebrar el Día Internacional de la Mujer, ni de la diversidad cultural, ni de la paz, ni del medioambiente... eso diría a nuestro favor que se ha conseguido que exista sin la parte negativa que ahora tiene.
No seamos tan prepotentes y creamos que ya lo tenemos todo conseguido y que obtenemos los puestos por ser mujeres pasando por delante de los méritos de muchos hombres, ja-ja-ja. Y como dice mi amiga, aunque así fuera, no sería mi problema que lo reivindiquen ellos que serían quienes tendrían este utópico problema, no nosotras, las mujeres, que antes que exista el problema salimos en su defensa, como buenas madres, no vaya a ser que pierdan alguno de sus muchos derechos porque nosotras tengamos uno.
Hagamos caso a Marcela Lagarde cuando nos dice que hay que seguir siendo feministas para luchar por la igualdad en el mundo y no bajar la guardia en ningún momento porque lo que se logra en unos países o en unos años, como es algo que se pone en tela de juicio, se discute y cuestiona siempre que hay el mínimo cambio, “los derechos de las mujeres”, no podemos darnos un mínimo respiro.
Desde luego esto de las cuotas no parece del todo bien pero a la mínima las quitan y si no hay ninguna mujer en puestos de decisión puede que sea todo más sencillo para ellos porque nosotras somos de mucho plantearnos las cosas y eso molesta, sobre todo, a algún tipo de gobierno".

No hay comentarios: