Lo que se nombra
adquiere fuerza.
Lo que no se nombra
deja de existir.
La maltratada
Cuando le dije que era asturiano se le arrugó el humor y puso los ojos en blanco. No en verde ni en azul ni en antracita, que es el eco más común cuando se nombra mi tierra, sino en blanco (seguir leyendo).
Fernando Beltrán
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